Embarazo de las adolescentes en Venezuela: ¿Dónde están sus hijos?             

Virginia Contreras*

La alta incidencia de embarazos de adolescentes en Latinoamérica ha venido aumentando paulatinamente en los últimos 10 años, región superada únicamente, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). De acuerdo con los informes sobre embarazo precoz de este organismo, de cada 1.000 jóvenes, con edades comprendidas entre los 15 a 19 años, existe un promedio de 25 y 108 jóvenes convertidas en madres en América Latina y el Caribe.  Si bien en la actualidad no existen estadísticas oficiales de casi nada en Venezuela, para el 2010 la CEPAL colocaba a Venezuela en el primer lugar de embarazos precoces, por encima de países como Colombia o Méjico. La situación ha debido ser alarmante para que el entones presidente de Venezuela, Hugo Chávez, haya reconocido públicamente que en el 2010, de 591.303 partos que se produjeron en el país, 130.888 provinieron de menores de 19 años, y 7.778 de menores de 15 años.  Hasta el presente no hay ninguna razón que haga presumir que esta situación ha variado.

Más allá de lo que pueda significar el embarazo de adolescentes para su propio futuro y para sus familias, las consecuencias más graves las padecen estos hijos, generalmente no deseados, fruto de una relación inmadura y de una total ignorancia. Son muchas las razones que podemos señalar como causa de estos embarazos, entre las cuales una de la más importante es la pobreza, cuya situación limita las posibilidades de obtener una mínima educación, y lleva a estos adolescentes a la calle a trabajar, o en definitiva a vivir su vida de acuerdo a su poco conocimiento del mundo.No es coincidencia que la propia CEPAL, en su informe de mayo 2014 sobre la pobreza en Latino América, haya señalado que “el país donde más crecimiento de la pobreza se registró fue Venezuela” (cálculo basado en su ingreso per cápita). Agrega el informeque la tasa de pobreza en Venezuela, un país con 30 millones de habitantes, aumentó 6,7% (del 25,4% al 32,1%) y la tasa de indigencia 2,7% (del 7,1% al 9,8%) entre 2012 y 2013.”  De igual forma, continúa dicho informe concluyendo que de todos los países evaluados, únicamente Venezuela fue el que tuvo una caída del salario real de las personas, calculado en -4.4%. 

El hecho es que, indistintamente de las circunstancias dramáticas que se vivan en Venezuela, y de las consecuencias que por tal situación padezcan estos adolescentes, existe una más trágica situación que atañe directamente a los niños como verdaderas víctimas, y que en todo caso debe llamarnos la atención a quienes propiciamos el respeto a la vida como un derecho fundamental de todos los ciudadanos. Nos referimos al destino incierto de estos niños producto de los embarazos, sin que exista nadie en el país capaz de respondernos si están vivos o no, o si por lo menos han sido dados en adopción a alguna familia responsable. ¿Estamos listos para protegerlos?

*Ex Juez Penal en Venezuela y Ex Embajadora de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos.

 

Para ver lecturas en inglés sobre respeto por la vida ingresar:

https://stgabrielcarlisle.squarespace.com/our-pro-life-views-1/